Hoy visitaremos Tower Bridge, que es, sin lugar a dudas, uno de los lugares que nos vienen a la mente al pensar en Londres. Este puente levadizo situado sobre el Támesis, fue la respuesta al fuerte desarrollo económico de la ciudad durante la segunda mitad del siglo XIX. La construcción de un nuevo paso sobre el río más abajo del Puente de Londres era algo necesario, pero no se podía construir un puente fijo ya que cortaría el acceso al puerto que en esa época estaba situado en el Pool of London, entre el Puente de Londres (London Bridge) y la Torre de Londres (Tower of London).
En 1876 se convocó un concurso para elegir el diseño del futuro puente.Se propusieron más de 50 diseños fueron propuestos y su evaluación estuvo rodeada de controversia. Finalmente, en 1884 fue aprobado el creado por Horace Jones, el Arquitecto de la Ciudad. Este diseño consistía en un puente levadizo de 244 metros de largo con dos torres de 65 metros de altura. La distancia central de 61 m entre las dos torres, se divide en dos levas, que pueden elevar hasta un ángulo de 83 grados para permitir pasar el tráfico fluvial.
En mi opinión, Tower Bridge es uno de los puentes más bonitos que existen. El arquitecto aunó funcionalidad y diseño en una verdadera obra maestra del arte arquitectónico. Cruzar Tower Bridge es, sin duda, una experiencia impresionante que me ha hizo pensar en los millones de personas que han pisado la misma piedra que yo durante sus más de cien años de historia.
En el siguiente video, que grabé durante un paseo en barco por el Támesis, podréis observar a la derecha un navío de la Marina británica y de fondo Tower Bridge abierto para dejar paso a los barcos. Una imagen maravillosa, ¿verdad?
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